martes, 4 de junio de 2019

Influir sin autoridad y las monedas de cambio





Está claro que, en muchas empresas, el departamento de compras no decide y no puede imponer su visión al negocio, que será el responsable de tomar la decisión final. Por lo tanto, el comprador debe ser capaz de poder influir sin autoridad, es decir, tener la habilidad de ejercer cierto poder sobre los clientes internos para llegar conjuntamente a acuerdos, decisiones y acciones.
Influir no significa convencer, ni persuadir. No se consigue mucho basándonos en repetir los mismos argumentos una y otra vez. Tampoco se trata de vender la función y sus éxitos una y otra vez. Argumentar es bueno pero de ninguna manera debe ser el único método que debamos emplear.
Por supuesto, influir no consiste en manipular a la gente. Intentar controlar más o menos sutilmente las opiniones y/o actuaciones de los clientes internos es una estrategia peligrosa y nefasta a largo plazo, con resultados impredecibles y en todo caso casi siempre negativos.
Existe un robusto proceso de influencia con seis etapas claras basado en la identificación de las monedas de cambio. A menudo, el solo proceso de análisis del mensaje y de búsqueda de sinergias y oportunidades no es suficiente para poder conseguir un acuerdo, un consenso o un compromiso, por más lógica que sea la propuesta de colaboración. Eso pasa porque, detrás de las realidades objetivas del contexto laboral en cuestión, cualquier persona tiene una agenda escondida, una agenda mucho más personal: son las monedas de cambio. Para poder influir uno debe encontrar las monedas de cambio de ambas partes y manejarlas dando y tomando.

El proceso de influencia sigue estas 6 etapas:

Fase 1. Siempre considerar al interlocutor como nuestro aliado
No se puede empezar un proceso de influencia o de establecimiento de la relación pensando que el otro es un “enemigo”, junto a una larga lista de descalificaciones, estereotipos, ideas equivocadas, etc. El interlocutor, guste o no, hará que uno tenga éxito (o no) en el proyecto que hay que llevar a cabo; solo puede ser y debe ser considerado como un aliado, lo que requiere un esfuerzo inicial para ver dónde existen intereses comunes. No se consigue nada peleando con un enemigo.

Fase 2. Tener claro los objetivos y prioridades
¿Cuáles son los objetivos primarios y segundarios que uno busca en este proceso de influencia? ¿Son objetivos a corto o largo plazo? ¿Se trata de must-have o de nice-to-have? ¿Cuál es la prioridad: conseguir que la tarea sea realizada o mejorar la relación? ¿Qué se puede negociar, qué se puede ofrecer a cambio de conseguir lo mínimo necesario? ¿Conseguir una victoria a corto plazo vale más que el posible riesgo de dañar la relación? Uno debe tener muy claro lo que persigue. Los objetivos y prioridades inevitablemente serán muy distintos si se está frente a un aliado o a un enemigo.

Fase 3. Diagnosticar el mundo del “otro”
Tras estos dos primeros pasos, se puede empezar a diagnosticar el mundo del “otro”. El reto es entender el contexto profesional y más personal del cliente interno y todas las posibles fuerzas que actúan sobre él y que van a determinar lo que son sus prioridades; se trata de identificar lo que realmente le importa en su agenda oficial y sobre todo en la no tan oficial. Esta etapa permite entender mucho más a la otra persona y de paso ayuda a considerarla aún más como a un aliado.

Fase 4. Identificar las monedas de cambio
Llega el momento de identificar las monedas de cambio de cada parte. Éste es el nombre que corresponde a aquello que interesa a cada parte. Y es frecuente ver que al final no resulta tan complicado poder intercambiar monedas. Están las monedas de cambio estrictamente profesionales fácilmente identificables (por ejemplo, la mejora del servicio, de la calidad, simplificación de un proceso, mejora de las condiciones económicas, el rechazo a un cambio de proveedor por los posibles riesgos o carga de trabajo adicional etc.). Sin embargo las más valiosas son las monedas de cambio más personales, que en mayor medida y de forma escondida tienen mucho peso en la toma de decisión: inspiración, tarea, posición, relación, personal.

Fase 5. Tratar la relación
¿Qué tipo de relación se mantiene hasta hoy con la otra persona: positiva, neutral o negativa? ¿Cómo esta persona quiere ser tratada? ¿Cómo funciona? ¿Trabaja de forma muy formal o más informal? ¿Requiere organización, planificación o más bien improvisación? ¿Prefiere una comunicación directa o hay que ir con cierta prudencia en lo que se dice? Se trata de adaptarse al tipo de relación que desea la otra persona en vez de imponer nuestro propio estilo. Solo así se conseguirá más.

Fase 6. Dar y tomar
Se influencia dando y tomando, intercambiando monedas. Muchas monedas se intercambian mediante un proceso claramente formalizado y pactado (por ejemplo, tomar una decisión o actuar a cambio de más ventas, de más ahorros, de más tiempo, de más bonus, etc.; participar en el proyecto a cambio de presentar ante la dirección; acordar poner a la persona en contacto con otra; formar a la persona en nuevas competencias, etc.). Sin embargo, varias monedas se darán de forma indirecta e informal sin que haya pacto oficial (por ejemplo, agradecer, reconocer, aumentar el sentimiento de pertenecer a un grupo, etc.). Es importante saber lo que uno puede y está dispuesto a dar para poder recibir algo a cambio por parte de la otra persona. Y sin duda, muchas cosas de las que podemos dar son “gratis” para nosotros.




Entender y aplicar el proceso de influenciación sin autoridad para los equipos de compras es clave. El libro Cómo ganar amigos de Dale Carnegie es una excelente fuente de ideas y consejos.





 


domingo, 26 de mayo de 2019

Vender en B2B: las 6 tendencias para Compras y Ventas




Cuando uno analiza el mundo de las Compras y de la Ventas, puede ver 6 macro tendencias muy conocidas con consecuencias directas para ambas profesiones.


1.- La velocidad del cambio sigue aumentando.
El mundo es VUCA; casi todos los sectores están en un entorno VUCA; la RSC sigue creciendo en la agenda estratégica de las empresas; la economía circular y la economía colaborativa progresan poco a poco; tenemos y tendremos más materias primas raras y materiales nuevos. Por lo cual, los cambios e impactos a lo largo de las cadenas de suministro son y serán ultra frecuentes y cada vez menos previsibles. ¿Cómo podemos adaptarnos tan de prisa? Siendo ultra reactivos... Y para ser altamente reactivos hay que colaborar más, en vez de competir.


2.- La tecnología en todos los ámbitos del mundo empresarial - Inteligencia artificial, machine learning, robótica, automatización, digitalización, IOT/IOE, block chain, big data, etc... tienen una consecuencia en común: el hecho de pasar de vender o comprar productos, a vender o comprar servicios o como mínimo un pack 'producto+servicio'. Comprar o vender y gestionar servicios es más complicado. Nos dicen que la tecnología va a simplificar nuestras vidas; en el mundo de las compras y de las ventas, la tecnología introduce cierto grado de complejidad.


3.- La búsqueda de la eficiencia o de la productividad tiene como consecuencia más externalización por parte de las empresas de tareas complejas cada vez más core o estratégicas. Vender, comprar, gestionar servicios es mucho más complicado. En estos casos de outsourcing es clave tener más colaboración a largo plazo que competición a corto plazo.


4.- La innovación (incluido el 'out-competition') es permanente. En casi todos los sectores o industrias, encontramos nuevas soluciones (algunas siendo disruptivas) que no podríamos haber anticipado; encontramos nuevos actores, a veces totalmente ajenos al propio sector; muchos de estos actores son PYMES o start-ups. Por lo cual, dos empresas, que no se conocen, con estructuras a veces muy distintas y maneras de proceder diferentes, deben trabajar juntas con una nueva solución. Flexibilidad, confianza, transparencia y un alto grado de colaboración son del todo necesario para encontrar la manera optima de hacer negocio.


5.- Para los vendedores, los departamentos de compras suelen ser ahora para bien o para mal la puerta de entrada en muchas empresas.
Los departamentos de compras se están transformando, siendo poco a poco más profesionalizados y estratégicos. El perímetro de gasto a terceros bajo el control del departamento de compras aumenta; Compras maneja más categorías o familias de compra. Los comerciales tienen que conocer más a los departamentos de compras.


6.- Asistimos a una digitalización del proceso de compras / ventas.
Los compradores utilizan más las plataformas electrónicas de e-sourcing incluido las subastas a la inversa; tienen a su disposición algoritmos que ayudan en la toma de decisión para la adjudicación de contratos; tienen acceso a centrales de compras y a plataformas digitales de compra-venta (las generalistas como Amazon Business o Mercateo, las especializadas como por ejemplo scientist.com); tendrán más plataformas colaborativas; finalmente tienen también las plataformas de crowdsourcing donde las reglas del juego son tan diferentes.
Esta digitalización del proceso de compras impacta a ambas funciones.


En fin, vemos que el mundo de Compras y de Ventas gira alrededor del cambio, la inmediatez, la tecnología y la colaboración.Es obvio que hay que comprar y vender de otra forma.





domingo, 3 de febrero de 2019

Vender en B2B: Trabajar o colaborar con el departamento de Compras








Concluimos nuestra serie de posts sobre un proceso de venta más efectivo en el mundo B2B. Vimos que conocer más a sus clientes es clave y se puede hacer mediante 4 posibles ejes de trabajo

1.- Conocer las expectativas del "comprador" en cuanto a los equipos de Marketing y Ventas de los proveedores.
2.- Conocer, acercarse y entender al cliente.
3.- Aprovechar el proceso de compra del cliente para posicionarse favorablemente ante la competencia.
4.- Conocer mejor al departamento de Compras.

Ahora, en el cuarto y último bloque, estamos mirando de forma más detallada el mundo de los compradores (que pertenecen a los departamentos de Compras) mediante los siguientes puntos:

Hoy cerraremos el capítulo analizando el porqué y cómo decidir "trabajar" o "colaborar" con el departamento de Compras.

Trabajar o colaborar son 2 cosas muy distintas.

"Trabajar" significa no saltarse al comprador y cumplir con unas tareas o labores básicas para mantener la relación con el comprador y evitar posibles trabas a lo largo de la relación contractual. El comercial prioriza y actúa más con los clientes internos que con el comprador.
"Colaborar" significa invertir tiempo y recursos en crear una relación productiva de trabajo con el comprador (y con equipos multi-disciplinares por ambas partes) para alcanzar un objetivo común a más largo plazo y lograr beneficios mutuos. El vendedor reconoce al comprador cómo un interlocutor válido y valioso con peso dentro de la organización.

Elegir entre estos dos modos de interacción depende:
- por supuesto del valor (real o potencial) del propio cliente: se trata de un cliente "estratégico" o "a desarrollar" (frente a un cliente "dañino" o "vaca lechera").
- del nivel de madurez del comprador y/o del departamento de Compras, o
- del tipo de comprador (especialmente en las grandes empresas y multinacionales, hay que conocer en detalle el organigrama de Compras ya que los títulos en las tarjetas de visita pueden engañar).

Siempre conviene "Trabajar" con un comprador administrativo. También es apropiado trabajar con los compradores de "Performance" o de "Proyecto" cuando estén posicionados en un nivel bajo-medio de madurez (etapa del "Purchasing" o inicio del "Sourcing"). 

En estos casos, el comprador suele tener un rol más bien administrativo, de aprovisionador, con un claro enfoque hacia el precio; solo empieza a ser reconocido y considerado por sus clientes internos dentro de la propia empresa (tiene aun un limitado poder de influencia o de decisión).

De cara al comprador "administrativo", el vendedor intenta: 
- facilitar información en cuanto a las actuaciones y decisiones de los propios clientes internos del comprador (ya que, a menudo, existe poca comunicación entre el comprador y sus clientes internos).
- cumplir  con los procesos de Compras establecidos (en cuanto a licitaciones, pedidos, certificados varios, facturas)
- pactar acuerdos económicos básicos
- asegurar un buen nivel de precio, calidad, con plazos de entrega debidamente cumplidos


Es altamente recomendable "Colaborar" con un comprador "Panel". Es también muy pertinente colaborar con los compradores de "Performance" o "Proyecto" que hayan alcanzado un nivel medio-alto de madurez (dominio del "Sourcing", "Gestión por categoría" o "Value chain integration"); solemos tener a compradores expertos o muy expertos con un nivel bueno-alto de integración y colaboración con los clientes internos de la propia empresa.

Colaborando con el comprador "experto" (dominio del "Sourcing" e inicio de la "Gestión por categoría), el vendedor se enfoca en: 
- participar pro-activamente en los RFx’s & e-sourcing
- comunicar información de interés sobre los mercados 
- revisar las especificaciones
- optimizar los procesos
- cumplir con las necesidades de reporting
- acordar y seguir un acuerdo de nivel de servicio (ANS o SLA)
- solucionar rápidamente los problemas
- contribuir a la mejora del Coste Total de Adquisición

Conjuntamente con un comprador "conector" o muy experto ("Gestión por categoría" o "Value chain integration") y unos equipos de trabajo claramente definidos en ambas empresas, el vendedor fomenta: 
- el desarrollo conjunto de una relación Win-Win a largo plazo
- la mejora continua, la integración de los procesos
- la optimización del Coste Total de Producción o del Coste Total de Propiedad
- el pacto de una remuneración basada en “Outcomes” o resultados
- el pacto y posterior implementación de soluciones innovadoras o disruptivas.




Entender mejor la función de Compras, evaluar el grado de madurez de un departamento Compras, identificar claramente el tipo de comprador que tenemos delante son etapas esenciales para poder ser más efectivo y exitoso en el proceso de venta.
Un comercial debería siempre analizar la situación antes de decidir "trabajar" o "colaborar" con un comprador.